Teniendo en cuenta el duro período de cuarentena por el que estamos pasando, hoy he decidido traeros una reflexión sobre un tema que a más de uno se le está pasando por la cabeza en estos días: el valor de las pequeñas cosas. Sí, esas cosas insignificantes que teníamos por rutina cada día y que quizás no valorábamos lo suficiente y ahora echamos tanto de menos: como esas quedadas de risas con los amigos, la libertad de poder movernos e ir donde quisiésemos a la hora que nos apeteciese, aunque hubiese que madrugar la alegría de ver las caras de nuestros compañeros cada mañana, esas reuniones familiares, pero sobre todo lo que creo que más extrañamos la mayoría es poder dedicar ese ratito a estar con nuestros abuelos, los más vulnerables ante esta situación.
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Por ello, he decidido mostraros un experimento realizado a jóvenes en Navidad, otra época en la que mediante contenidos de este tipo se consigue que muchos abran los ojos, recapaciten y reflexionen sobre si realmente valoran lo que tienen o creen que siempre lo van a tener... Considero que en los días en que nos encontramos este vídeo trasmite el mensaje que quiero que a todos nos quede claro y sirve de gran reflexión, me parece tan realista como emocionante por todos los sentimientos que al verlo despierta, aquí os lo dejo:
Parece que nos tienen que poner en situaciones extremas para que realmente nos paremos a pensar, segura estoy de que todos saldremos de esta cuarentena reforzados y muchos valorarán más que antes los momentos y a las personas a partir de ahora... en el vídeo se dicen realidades que tienen que quedarnos grabadas:
- "Vivimos sin disfrutar de los momentos de la vida, esas pequeñas cosas, hasta que la vida no nos dice, hasta aquí".
- "Tenemos en la cabeza que las personas que nos rodean van a estar ahí siempre, por eso a veces no decimos te quiero, porque damos por hecho que esa persona lo siente así".
- "Regalar tiempo con personas es el mejor regalo, porque precisamente no se puede comprar y es algo que nunca va a volver".
Espero que esto nos sirva de lección y tengamos esta idea y las anteriores muy claras en la cabeza: "Aprecia lo que tienes, antes de que se convierta en lo que tuviste".